Estoy aquí sentando, frente a una extraña tumba, la cual un
viejo roble la cubre de sombra, un paraje desolado, sin compañía alguna; no
recuerdo cuando llegue, ni tampoco el porqué, una balada resuena con tu
recuerdo, te juro que hoy se acaba, ningún sufrimiento debe ser eterno.
Mírame, ahora no soy
nada de lo que era, perdona si te hice sufrir, pierdo el control y por ello mis
alas han sido arrebatas, no puedo volar, la entrada a tu cielo me la has
vedado, te fuiste sin decirme nada.
Pasa el viento por el lado, lo acompaña el agua y el
tormento, nada sirve para quitar mis penas, ya no soy nada de lo que era, tal
vez te mentía sin razón, excusas baratas que ninguno creía. Sopla más fuerte, y
vuelvo a pensar…
Recuerdas esa noche en la carretera? En donde nada parecía
tener final, donde el infinito era la meta, donde nada y a la vez todo, estaba
mal.
Quiero volar, pero quemaste mis alas, sacaste lo peor de mi
y no quería, solo se dio asi; por favor perdona.
Es tarde dicen algunos, ya fue dicen los otros, yo digo que
ninguno de ellos ha estado enamorado como yo de ti, te prometo lo que no tengo,
eso suele hacer la gente desesperada, pero al fin y al cabo no llegue aun a esa
situación, será algo de resignación, no quiero ser como los demás, para ti quiero
ser especial.
Si me vieras, si tan solo leyeras lo que te escribo, ya van más
de 300 cartas, ya no se lo que digo, aun
no sé si enviarlas, a donde las mandaría? Ya no recuerdo de donde era, anduve
tanto y en la mente solo me di vuelta a ver ocaso.
Ya casi no me quedan palabras para escribirte, y sin embargo
es una necesidad que tengo. Se acabo me voy despidiendo, aunque así no quiera
ya no puedo seguir sufriendo.
Te fuiste sin decir nada y ahí estuvo el problema, ahora te
entierro y contigo parte de mi vida, ahora veo que la tumba que está delante,
es la mía…
El viento agita mis cabellos, me voy y no me detengo, te
ame, creo, a decir verdad… ya no lo recuerdo….
